Hasta que no comencé mis estudios de Bellas Arte en el año 2000, no fui consciente del ¿por qué? y el ¿ahora? Es decir, del por qué surgieron impedimentos que me impidieron realizar dichos estudios en mi adolescencia, y era ahora, en mi madurez, cuando me retaba con un nuevo mundo, en el que el concepto y la idea son los reyes por excelencia. Donde la técnica, tan sólo es un recurso más, una habilidad para potenciar aquello que en realidad se persigue o desea.
Y en el camino he ido descubriendo progresivamente, a plantear, cuestionar, sugerir... a llevar toda una narrativa a mi obra, en la que los distintos lenguajes que empleo, no sólo van conformándola, sino también, despertando el gusanillo de la experimentación en mi propia búsqueda de nuevos lenguajes de expresión y de comunicación plásticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario